Macusani no olvida a sus mártires del 18 de enero
A un año de la masacre policial ocurrida en Macusani, aún quedan las huellas de aquel día trágico, donde fueron asesinados Sonia Aguilar Quispe y Salomón Valenzuela Chua. Este suceso dejó una profunda huella en los habitantes de este pueblo quechua, marcando la historia de Macusani.
La convulsión social aumentó cuando se informó sobre la muerte de Sonia Águila, madre de dos niños. Posteriormente, Salomón Valenzuela resultó herido y falleció al día siguiente, dejando a cuatro niños sin padre. Esto generó indignación en todo el pueblo, llegando a un punto crítico en el que se tornaron violentos durante la noche. Todas las muertes fueron atribuidas a heridas de bala, lo que multiplicó escenas de rabia y dolor en los familiares de los fallecidos.
El abogado César Quispe señaló que ya se han identificado a siete policías como presuntos responsables del asesinato de Sonia Aguilar y Salomón Valenzuela. Existen evidencias de que la causa de la muerte de ambos fue por proyectil de arma de fuego.
“En Macusani, dos personas perdieron la vida ejerciendo su derecho a la protesta. Se han reunido fotografías, videos y todas las pruebas están en la carpeta fiscal 05. Sin embargo, las investigaciones se han visto obstaculizadas y dilatadas, lo que ha generado frustración en la búsqueda de justicia”.
Los organismos de derechos humanos seguirán luchando hasta las últimas instancias para encontrar justicia contra los responsables. En el caso de Macusani, se investiga a siete policías, pero aún hay más personas involucradas en este hecho.
Las necropsias confirmaron que murieron a causa de disparos de bala. Existes videos grabados por los propios efectivos de la policía que muestran cómo dispararon contra la población en la parte alta denominada "Patapampa". Las víctimas recibieron los impactos de los proyectiles, y hasta el día de hoy se pueden observar los impactos de bala en las paredes y postes. Esto indica que los policías apuntaron directamente con sus fusiles y las víctimas murieron por heridas de bala. Los familiares de las víctimas han estado luchando por la justicia desde entonces, dejando en una situación muy triste y preocupante. Exigen que el gobierno asuma su responsabilidad por este hecho y garantice la justicia para las víctimas y sus familiares.
En el primer aniversario de la trágica partida de Sonia Aguilar y Salomón Valenzuela, sus hijos y familiares encabezaron una movilización pacífica en Macusani, los seis niños huérfanos, que aún son menores de edad, llevaron consigo las fotografías de su madre y padre, y en momentos emotivos, derramaron lágrimas al recordar esta fecha trágica para su familia. A pesar de su valentía y determinación, los familiares y los niños huérfanos no han recibido ningún tipo de compromiso o ayuda por parte de las autoridades locales. Estos niños, que extrañan profundamente a sus padres, continúan enfrentando dificultades y carencias en su día a día.
La movilización pacífica liderada por los hijos de Sonia y Salomón busca no solo conmemorar a sus seres queridos, sino también llamar la atención sobre la falta de apoyo y compromiso de las autoridades locales y justicia para sus padres ausentes. Es fundamental que se brinde asistencia y protección a estos niños, quienes merecen un futuro seguro y digno.
La población de Macusani se solidariza con los familiares y los niños huérfanos, reconociendo su valentía y su lucha por la justicia. Es hora de que las autoridades locales asuman su responsabilidad y brinden el apoyo necesario a esta familia en situación de vulnerabilidad. Es urgente que se tomen medidas concretas para brindarles el apoyo que necesitan en este difícil momento de sus vidas.
Los familiares de las víctimas realizan una movilización en Macusani para conmemorar y recordar a sus seres queridos del 18 de enero. Esta actividad ha congregado a las Central Única de las Rondas Campesinas de Carabaya - Puno, autoridades locales de la provincia de Carabaya, la Asociación de Mártires y Víctimas del 9 de enero de Juliaca, la población de Macusani, colectivos sociales de la región de Puno, instituciones de sociedad civil de derechos humanos; Coordinadora nacional de Derechos Humanos - CNDDHH, Amnistía Internacional, Derechos Humanos y Medio Ambiente – DHUMA, Instituto de Derechos Humanos Illary, Servicios Educativos Rurales – Ser, Fe y Derechos Humanos – FEDERH y Movimiento Manuela Ramos, quienes vienen buscando justicia para los mártires y víctimas de las masacres ocurridas el año 2023 en la región de Puno.